Aumento al precio del camión…

… ¡también de la leche, del pan, del maíz y de todo lo necesario para existir!
Y los salarios…? ¡Igual de miserables!

Y las condiciones de trabajo…? ¡Igual de deplorables y horrorosas!

¡Respondamos con la lucha autónoma proletaria!

Año tras año, los voraces capitalistas, propietarios del monopolio camionero en el Estado, sin demora, exponen los argumentos más simplones para aumentarnos el costo de algo tan necesario como el transporte urbano que, ciertamente, lo único verdadero de fondo es, su interés mezquino de proteger y ampliar sus ganancias a costa, claro está, de las masas populares. Para esto, se monta como en muchos casos todo un circo; por una parte, los capitalistas permisionarios junto a su Estado, o sea el Estado de los patrones y por otro lado, se crea una oposición ficticia, emergida de las propias entrañas de esa misma clase capitalista , encubierta bajo una nomenclatura según nos dicen, de izquierda, aquí caben todos esos partidos políticos que aprovechando el asunto eyaculan toda su miserable politiquería electoral y, aquellos que, denominándose como “ciudadanos”, “independientes”, en los hechos hacen lo mismo que sus compinches; servir en el circo para que esto suceda sin demora y  conformándose con que el aumento sea un centavo inferior al propuesto…!Todo estructurado de manera premeditada!

Los medios de desinformación, al servicio de este orden social cimentado en la explotación y miseria, también cumplen su función, desde el más moderado al que se dice de izquierda; al presentarnos   que este hecho incumbe únicamente a un sector del proletariado, al de los estudiantes precarios.

¡No! Esto incumbe al proletariado en su conjunto (empleados, desempleados, jubilados, estudiantes, etc.)

Es un gravísimo error, tal como lo plantea la prensa burguesa , el pretender que hechos como el aumento al camión sucedan de manera aislada, tornando dicho aumento como algo emblemático y típico de estudiantes y no como un hecho  al cual le resulta paralelo el mismo aumento a otros productos que nos resultan de primera necesidad, es decir, tratando de ocultar la sistematización que ah ido adquiriendo dichos aumentos a los productos de primera y secundaria necesidad y con ello evidenciar el  empeoramiento de nuestras condiciones de existencia dentro de la sociedad capitalista, pues, de manera paralela, los salarios lejos de aumentar van en retroceso, cada vez más miserables y, cada vez mas deplorables son las condiciones de trabajo: Esto va de mal en peor!

Por eso mismo, debemos responder compañeros, debemos responder organizadamente teniendo como guía de nuestra accionar nuestras propias necesidades que, son las mismas necesidades de todo el proletariado en su conjunto. Más, esto, evidentemente debe surgir de la más plena autonomía, es decir, autonomía de los partidos políticos que, son precisamente los partidos de los patrones, así como de los sindicatos y en general de todos los aparatos del capital, y no es difícil saber quiénes son, son los que siempre buscan la reconciliación de los poderosos con los oprimidos y explotados.

Nosotros, un puñado de trabajadores asalariados, desempleados, estudiantes, hacemos un llamado a quienes sienten en verdad ese compromiso consecuente con esta realidad miserable, a que formen colectivos, que se reúnan  para discutir muestra realidad de manera critica para poder intervenir en ella.

El aumento del camión repetimos, es paralelo al aumento de todo y paralelo a los salarios miserables, a demás de paralelo a una descomposición social cada vez más horrorosa, producto del capitalismo. Proponemos que  como medida de evitar que el Estado nos vuelva a imponer ese aumento, desprender dicho movimiento de un carácter exclusivamente estudiantil e ir involucrando a otros sectores del proletariado, como los empleados, desempleados, jubilados, etc, para tratar de generalizar el conflicto, pues repetimos esto es un asunto general. Generar discusiones asamblearias, es decir tratar que las medidas a emprender (toma de transporte, bloqueo vial, pintas, mítines, etc.) sean emprendidas desde abajo y no por una camarilla de lideresillos.

¡Arriba y adelante!